Imagine a world where "gay" was "straight" and "straight" was "gay"...How Would You Live If You Couldn't Love?
miércoles, 25 de julio de 2012
HOMOFOBIA: El Machismo homosexual y la construcción del concepto de masculinidad.
Fotografía: La-Malem, Jean Paul Gaultier |
Quizá suene un tanto ilógico
pensar que perteneciendo a un colectivo que ha luchado a través de los años por
el respeto y la igualdad de derechos
entre los seres humanos no importando las preferencias sexuales, los niveles de
tolerancia y respeto deberían de ser un ejemplo para el resto de la sociedad.
Pero: ¿Quién puede decir que nunca ha utilizado la palabra “Hueco”, “Loca” o
“mariquita” para referirse a un hombre homosexual, incluso siendo homosexual?
peor aún, ¿Quién no se ha sentido superior por tener ciertos atributos
“masculinos” que algunos otros homosexuales no posen? ¿No es un ejemplo perfecto de autogol? …Quien
esté libre de pecados, que tire la primera piedra.
Algunos estudios y numerosos
sicólogos han afirmado que la homofobia
muchas veces es fundamentada en ese temor a convertirse en aquello que
más odiamos y criticamos, que se traduce en la adopción de ciertas actitudes de
rechazo de un yo, que no resulta cómodo para la sociedad en la que nos desarrollamos,
por decirlo de otra manera una auto-censura a esos impulsos como la atracción a
las personas del mismo sexo que desemboca en la destrucción de esos seres
humanos que viven honestamente sin temor a expresarse y mostrarse frente al
mundo orgullosamente tal y como son.
La homofobia forma parte medular
de lo que se ha denominado “machismo”, de esa ideología de “como debe de ser un
hombre” que aunado a la cuota de poder que se ha otorgado al sexo masculino a
través de los años ha perpetuado incluso en los homosexuales una construcción
de la masculinidad, la cual reviste una supuesta superioridad sobre su entono,
y lo que no se ajuste a ese modelo construido y avalado socialmente es objeto
de discriminación.
Se pudiera pensar que dentro de
las relaciones entre seres humanos del mismo sexo existe una ventaja al no
contar con una guía vivencial que los ayude en la definición de roles, pero en
la mayoría de los casos como cual replica de las relaciones heterosexuales, caen
en el error de imitar los parámetros establecidos. Mientras uno toma un papel
dominante y proveedor el otro se vuelve el receptor, el dominado; los roles de
hombre y mujer en las parejas heterosexuales.
No cabe duda entonces que el
machismo es como cual plaga que se expande a todo nivel y se materializa de
diversas formas y en diferentes espacios. Desde muy pequeños estamos
condicionados a cumplir con ciertos parámetros perfectamente construidos con
una gran cantidad de creencias, actitudes y prácticas de un ideal rígido de
hombre. Un punto importante de la
homofobia radica en el imaginario social sobre los hombres homosexuales, a
diferencia de la antigua Grecia donde no se concebía la orientación sexual como
identificador social, en el último siglo en las sociedades occidentales se creó
la imagen del homosexual como afeminado y se liga de manera instantánea a la
falta de virilidad.
Pero en pleno siglo XXI resulta
un tanto ilógico seguir con los estereotipos acerca del hombre homosexual
ligado a la estética o a los salones de belleza, reduciendo la esencia y las cualidades
de un ser humano a puras construcciones sociales que lo único que han generado
es la división y el rechazo, la no aceptación y el miedo a sí mismos.
Por lo tanto un hombre que en
cierto punto de la vida descubre su tendencia sexual a personas del mismo sexo;
su deseo su amor por otro hombre pero cuyas actitudes no encajan en el estereotipo
de hombre afeminado descubre también que puede ocultar en cierta medida sus orientaciones
sexuales. ¿y eso es incorrecto? Definitivamente no. No es necesario colocarse
una etiqueta en la frente que diga “HOMOSEXUAL” el problema radica cuando se
convierten en verdugos de aquellos que desean expresarse libremente.
Hace unas semanas atrás, asistí a
una exposición denominada “La rebelión de Adán” donde artistas
jóvenes expresaban por medio del arte su verdadero yo. Uno de los artistas a través
de una secuencia de fotografías de un hombre que caminaba por las calles y que
con el transcurrir de los retratos aparecía lleno de pintura hasta quedar
complemente cubierto de ella, representaba todas esas miradas, criticas, ofensas
y demás que la sociedad genera y expresa contra la homosexualidad. La parte
impresionante sucedió cuando en la inauguración de la exposición el modelo que
poso para la sesión fotográfica apareció en escena completamente desnudo, al descubierto
frente al público. Alrededor de él, se encontraban una cantidad de botes de
pintura de diferentes colores y el joven artista invito al público a
expresarse, siendo él, el primero en lanzar un poco de pintura al modelo
desnudo, acompañado de unas palabras que se quedaron retumbando en mi cabeza “Por
tu culpa creen que todos los huecos somos locas” seguido, otras personas del público replicaron
la dinámica expresando algunas frases como “Mariquita” “Hueco” “Loca” pero con
el transcurrir de la actividad algunas otras personas únicamente se limitaron a
ensuciarlo de pintura sin expresar palabra. El silencio se hizo presente en la
sala y pude notar en la cara de muchos, sentimientos encontrados con respecto a
la actividad.
Ese momento, quedo grabado en mi
memoria y estoy seguro que en la memoria de muchas personas que presenciaron la
exposición esa noche, desde ese instante gira en mi cabeza ideas como: Qué difícil
ser macho y tragarse las lagrimas en una sociedad de machos. Qué difícil ser
hembra en una sociedad de machos. Que difícil ser homosexual en una sociedad de
machos que te tachan de hueco hasta los mismos huecos que se creen muy machos.
Como sociedad hemos adoptado la homofobia como una práctica cultural machista que va ligada a esa construcción del concepto de masculinidad, el problema real radica en la poca tolerancia que tenemos los seres humanos, la poca cultura de respeto. Es oportuno examinar si todas estas prácticas son útiles en la vida, de lo contrario buscar la manera de cambiarlas, porque en la medida que reforzamos el machismo estamos incrementando el odio social hacia nosotros mismo y la dificultad de la auto aceptación. Nos privamos de conocer seres humanos que pueden aportar muchas cosas buenas en nuestra vida por dejarnos llevar por los prejuicios; prejuicios que nos han condenado, nos siguen condenando y que dependen de nosotros evitar que condenen a las generaciones futuras.
Como sociedad hemos adoptado la homofobia como una práctica cultural machista que va ligada a esa construcción del concepto de masculinidad, el problema real radica en la poca tolerancia que tenemos los seres humanos, la poca cultura de respeto. Es oportuno examinar si todas estas prácticas son útiles en la vida, de lo contrario buscar la manera de cambiarlas, porque en la medida que reforzamos el machismo estamos incrementando el odio social hacia nosotros mismo y la dificultad de la auto aceptación. Nos privamos de conocer seres humanos que pueden aportar muchas cosas buenas en nuestra vida por dejarnos llevar por los prejuicios; prejuicios que nos han condenado, nos siguen condenando y que dependen de nosotros evitar que condenen a las generaciones futuras.
viernes, 6 de julio de 2012
Náufrago
Ancla, Old School por: Morel (Pain Addiction) |
Y hoy me desperté perdido en este gran océano
Sintiéndome solo con mi compañía
Después de algunos años de tormenta
Hoy llega a mí la melancolía
Melancolía del pasado
Temor del futuro
Miedo de mi mismo
Momento oportuno
Perdido sin brújula en el bolsillo
Necesitado anclarme a mis sueños
Sustituyendo una cruz
Hoy no tengo dueño
Naufrago en este mundo
Rompiendo ideas
Rompiendo barreras
Renaciendo en silencio
Imposible la eternidad
Inseguridad de anclar
Hoy seguiré mi camino
Con el ancla en mi destino
lunes, 2 de julio de 2012
ESTERIOTIPOS: El pecado de Adán al fijarse en Esteban.
El proceso de encontrarse con ese ser interno que todo
llevamos bajo la piel que habitamos no es fácil; Tendría que ser una práctica tan
normal y natural que todos los seres humanos deberíamos de hacer diariamente,
pero el mundo acelerado en el que vivimos, muchas de las veces nos absorbe a
tal magnitud que no tenemos tiempo o no queremos cuestionarnos ¿Quiénes somos?
Algunos años después de haber aceptado mi orientación sexual,
que vale la pena decir fue una cuestión un poco más de aceptación progresiva y
no tanto de cuestionamientos, hago una pausa en el camino y la retrospectiva me
lleva a preguntarme ¿Por qué soy Gay?... Un poco tarde no, casi 10 años después.
Bueno, al menos llegó la pregunta.
Estos cuestionamientos para nada me llevan a sentirme
avergonzado de quien soy o querer cambiar, es más, me siento satisfecho con la
forma en la que he aceptado mi sexualidad y la he compartido sin temor a mi
entorno, no es que quiera regresar al closet (algo absurdo), pero llevar puesta
una etiqueta y cumplir con ciertos parámetros empezó a incomodarme.
La base patriarcal en la cual se funda el machismo de nuestra
sociedad condena a los seres humanos a cumplir una serie de prácticas sociales pre establecidos y toda manifestación de la sexualidad que no se acople bajo estas
reglas y parámetros específicos es considerada como insulto a las costumbres.
Hoy más que nunca estoy convencido que las preferencias sexuales
son totalmente naturales y normales, pero la sociedad se ha encargado de poner
una carga impositiva al cumplimiento de roles que hoy más que nunca son tan difíciles
de cumplir, a satanizar el deseo y a crear en la sociedad un sentimiento de
culpa por permitirnos ser libres y sentir placer en nuestros órganos, que
fueron diseñados como instrumentos reproductivos, como vil máquinas de hacer
personas.
A quien se le ocurrió por ejemplo ¿Qué los niños usan azul y
las niñas usan rosa? No puedo pensar que
nuestros gustos desde los más insignificantes hasta los más significativos
tengan que estar impuestos por parámetros socialmente construidos, aceptados y
avalados por la sociedad. Imaginen a un niño que le guste el color rosa, o a
una niña que le guste el color azul, sin que esto signifique que tenga
orientaciones sexuales a gente de su mismo sexo; que frustración tan grande
sería el no poder usar o hacer lo que te guste, y peor aún, no poder amar a
quien amas, si no lo que te ordenen o a
quien la sociedad te ordene. Me pregunto entonces ¿la gente realmente hará lo
que le gusta y los hace feliz? o lo hace simplemente como proceso mecánico de adopción
para encajar en una sociedad doble moral que cada vez se fracción más por esa
larga lista de estereotipos que los seres humanos debemos cumplir.
Una serie de preguntas que surgieron en mi mente fueron llevándome
a cuestionarme mucho más cosas sobre lo que significa ser raro ante los ojos de
los que se creen superiores por cumplir las reglas. Pareciera que el mundo es un gran
supermercado, el cual está dividido en pasillos con productos expuestos en
estantes, como cual lógica de mercado de compra y venta. Todos esos productos
diferenciados unos de otros, meticulosamente empaquetados y con una etiqueta
que lleva escrita una descripción clara del producto. Entonces en un pasillo están
los hombres, en otro pasillo las mujeres, en otro los homosexuales hombres, las
lesbianas, las locas, las machorras, los negros, los blancos, los indígenas,
los mestizos, los chinos, los gringos y entonces nuestra esencia se resume a un
titulo.
La alienación con la que se nos ha llenado la mente desde que
somos pequeños definitivamente ha marcado nuestra personalidad, y en cierto
sentido nos ha privado de elegir libremente, nos ha empujado a ajustarnos a un
molde. Pero ¿Qué pasa si no nos ajustamos a un molde existente? ¿Creamos uno
nuevo? En efecto, ese ha sido la reacción de la sociedad, crear más división a raíz
de una división. Es como lograr paz con guerra.
Decidí dejar el hermetismo y mis miedos absurdos en casa, y aventurarme
a conocer un poco más sobre la comunidad LGTT…. y no sé hasta cuantas letras
más puede llegar a tener (sin ofender) y como buen homosexual (palabras de una
amiga, que reafirma los estereotipos) acudir a la “XII Caminata de Orgullo de
la Diversidad Sexual y de la Identidad de Género” he de ser sincero al decir
que me pareció una experiencia enriquecedora al conocer la libertad con la cual
la gente vive su sexualidad, sus gustos, sus preferencias, como utilizan el
arte como expresión y me sentí una vez más orgulloso no de ser como quieren que
sea, más bien sentirme satisfecho por no encajar en los estereotipos de la
sociedad de Adán y Eva.
Pero el asistir a la caminata me re confirmo algo en lo que
siempre he creído, creo y espero seguir creyendo. No necesito tampoco encajar
dentro de los prototipos de hombre homosexual, me niego y me rehusó a entregar
mi esencia a un colectivo. Soy un ser humano, con gustos diversos y como ser
humano exijo el cumplimiento de mis derechos, así como me exigen el
cumplimiento de mis obligaciones.
Los derechos se deben de exigir para los seres humanos, sin
tintes de género o raza. Lastimosamente esa estructura social, ese listado de
requisitos que se deben cumplir para pertenecer a un estante en este gran
supermercado que algunos llamamos mundo cruel han traído consigo una fracción de
la sociedad que nos enfrenta entre unos y otros.
Retomo la pregunta con la que inicie este
recorrido y me doy cuenta que en realidad no estaba buscando una respuesta al porque
soy como soy… sino mas bien estaba buscando una liberación de todos esos
requisitos de vida que se convierten en una presión. La búsqueda de identidad
me ha llevado a reflexionar sobre una diversidad sin etiquetas, dejando de
asumir roles para dar gusto a una sociedad enferma. Todo se resume a la tolerancia
y al amor que podamos tener en la vida, no concibo con que carácter moral la
gente se siente con el derecho de criticar a otra persona por ser como son, en
lugar de aceptarlas y tratar de aprender un poco más de la diversidad de la
vida. Hoy no me siento culpable, pecador porque me guste Estaban y no Eva, pero
tampoco quiero jugar el papel de un Adán. En este nuevo despertar, quiero
preguntar más, pero entender menos.
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